lunes, 3 de mayo de 2010

Correos electrónicos

Hablaremos de un tipo de tecnología que ha representado un impacto social y personal: el correo electrónico. El correo electrónico es representación de la convergencia de las tecnologías de la telecomunicación y la utilización de la computadora, es decir “que cuando se utiliza la línea telefónica para enlazarse con una computadora en un lugar remoto, se puede transportar el poder de esa computadora a través de la distancia que exista, lo cual se suele denominar sistemas de redes de comunicación por computadora” (Fernández Collado). Mucho podemos decir de su poder actualmente, pues ha sido considerado “el medio” de comunicación entre conocidos y extraños, entre un lugar y otro, y el que ha representado un impulso en el desarrollo de los diversos países, entre ellos, los del Tercer Mundo. Su destino depende de la eficiencia con que las transmisiones vía satélite puedan emitir las señales necesarias para que podamos “entrar en comunicación” y como lo vimos con el cese de funcionamiento del Satélite Solidaridad I, que puso en entredicho esta comunicación entre varias entidades, principalmente las indígenas y varias entidades escolares. No cabe duda, que su permanencia y su desarrollo en aquellos países llamado del Tercer Mundo, como el nuestro, va hacia arriba; sin embargo, vale la pena revisar aquellas desventajas que puede representar, pues no beneficia a todos por igual.

Ventajas y desventajas de la utilización del correo electrónico
La utilización del correo electrónico ha establecido la reducción de distancias entre los pueblos y con ello, su integración cultural. Ahora, no es difícil encontrar lo que Pérez de Cuéllar establece: “los jóvenes del mundo entero se parecen”, en su ropa, peinados, camisetas, hábitos alimentarios, etc., buscando seguir patrones culturales que se desenvuelven a lo largo y ancho del mundo. Muchos podemos decir que en lugar de ser esto una ventaja es una gran desventaja, pues la identidad cultural de cada pueblo está supeditada a lo que las tendencias “globalizadoras” establecen. Lo importante aquí es encontrar el equilibrio entre hombre-cultura-tecnología.
En el caso de nuestro país, donde las diferencias socioeconómicas fluctúan de un lugar a otro, es común que este proceso de globalización sea “desigual y asimétrico que no reduce en nada la incertidumbre, la inseguridad y la entropía que caracterizan al sistema mundial” (Pérez de Cuéllar). Con este acercamiento, tendemos a explicar el impacto que ha producido la utilización de estas nuevas tecnologías pues en definitiva, podemos establecer contacto casi inmediato con nuestros conocidos, parientes y amigos o establecer un intercambio comercial, haciendo a un lado la utilización, por un lado, del teléfono y, por otro, del papel, contribuyendo así a que no se talen más árboles, aspecto esencial para que el hombre encuentre equilibrio entre sí mismo y su medio ambiente.
Por otro parte, no se puede decir que la tecnología ha sido adaptada por todos y cada uno en la misma velocidad, pues aquí nuestra formación y cultura responden directamente a esta adaptación. Por lo tanto, hablar de impacto de la tecnología en nuestra vida, significa referirnos a aquello que ha marcado nuestra existencia. Para la gran mayoría, la utilización de la computadora y el correo electrónico han sido trascendentales, pues hemos tenido que ir a la par de los avances tecnológicos, aunque muchas veces ni les entendamos. Pero ¿A qué nos referimos? Los avances tecnológicos cambian día con día y la especie humana ha tardado mucho tiempo, por no decir siglos, para poder adaptarse a un mundo con cada vez más población, más problemas económicos, guerrillas, pobreza, desnutrición, cuando la tecnología pareciera estar resolviendo estos problemas a través de establecer una comunicación “inmediata” entre países. Y, ¿verdaderamente ha cambiado? No podemos decirlo, pues como se expuso anteriormente, todo depende del contexto donde se encuentre… depende de los anteojos que utilices para ver esta realidad. Sí, no podemos negar que la tecnología ha cambiado… pero nosotros también cambiamos con la tecnología. Los intereses que antes nos movían, poco a poco van siendo destituidos por nuestro modo de vida. Día a día vemos cómo nuestra comunicación cara a cara y vía correo electrónico es cada vez más sobria, sin querer expresar nuestros sentimientos, ¿por qué? ¿Será por que sabemos que con un simple “enviar” se va a dar a entender todo lo que tenemos que decir sin necesidad de expresar mucho? No sabemos, sin embargo es la tendencia que estamos viviendo… sólo esperamos que la tecnología no nos deshumanice y que esté al servicio del ser humano y no al revés.
No cabe duda que la utilización de las nuevas tecnologías ha reducido distancias y unido lo inesperado, aún al mismo ser humano con sus diversas ideologías. Sin embargo, es necesario establecer que cada día estamos expuestos a una multitud de información que fácilmente puede desorientarnos y que nos hace más frágiles ante los cambios invariables y para los que debemos prepararnos. Esta preparación no sólo es cuestión de dominar la técnica sino de saber cómo adaptarla a un sistema de creencias y valores particulares. A pesar de que estemos en un mundo en proceso de globalización, cada país, cada estado, cada ciudad, cada pueblo, tiene una cultura propia que no podemos expropiar. Por tanto, creemos indispensable un mayor impulso y dirección por parte de los gobiernos de los diversos países para que simultáneamente se evalúe la relación tecnología-sociedad-hombre en cada una de las actividades que se tengan planeadas para asegurar el desarrollo de los pueblos, y donde nosotros como comunicadores fomentemos su reflexión.

http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n38/nbuitron.html

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